viernes, 27 de julio de 2012

CASI ENCUENTROS















Paseando la tristeza
entre campos de amor desbrozado,
tropiezo con la corteza de la pena
el mismo día que la encontré llorando,
abierta en alas frescas
con las sonrisas que va abandonando
cubierta de llagas y penas
en los vacios gestos de las manos.

Pescando en la alegría
lágrimas de sus mares y océanos,
alumbrando las sombras serenas
desprendidas de los acantilados,
asida a redes rotas
de unas artes que han quebrado
tras romperse contra las rocas
en espumas que duermen flotando.

Vuelan en veredas las letras
llenando de cuartillas los campos,
vestidas de la piel de las estrellas
cosiendo los sietes de sus andrajos,
por la tinta hechas eternas
iluminando en tu nombre, en mi nombre,
la oscuridad de las galernas
y llenando las bastas llanuras con trazos.

Tan solo caminando
en almas separadas
se encuentra un atajo,
la senda en que el querer
siguiendo unas huellas
se lleve un encontronazo,
con las perecederas estaciones de unos pasos.



lunes, 9 de julio de 2012

SI TE DICEN QUE NO PUDO SER










No he temido nunca a los sueños
silbados por los labios del viento
que echan raíces en las bocas del hambre,
ni a las lenguas secas por la sed
que abaten sus alas sobre las luces del tiempo.

No temo, no puedo.

No he caído aún en pétreos guijarros
que el destino de corazones atrapados
bebe de lava roja quemada por los deseos,
ni en las venas que hierven lo que siento
en el angosto pozo donde fueron amontonados.

Caí y me levanté.

No he olvidado jamás la tinta que se marchita
velando la vida de los apasionados versos
escritos en oleajes de palabras y desencuentros,
ni de los instantes que caminan cada momento
que se quedan en colores acariciados por unos besos.

Los vi y pude.


Fotografía de Pedro Garcea

domingo, 1 de julio de 2012

ESTACIONANDO


La vida se parte en trozos
guardada en cuartillas hechas de aire,
con tardes repletas de soledades
y hojas muertas de un árbol cayendo…

mirándose en veredas de viento
camina arropada de aromas y fragancias,
en remolinos de floridas tentaciones
con los ojos plenos de firmamento…

escurriéndose de las cortinadas nieblas
en colores de mariposas sin cielo,
soplando perdida su árido aliento
sobre páginas donde la tinta resbala…

la vida queda en la nube aparcada
ocultando en arcoíris los miedos,
por esculpir de unos labios sedientos
las letras tendidas como ropa mojada…


Fotografía de Pedro Garcea