sábado, 25 de julio de 2015

EL BUSCADOR DE AMANECERES



Las calles se dejan pisar
con su luz volando en los ojos,
el bullicio tras unos matojos
ha salido temprano a conversar,

en busca de la oscuridad
la noche abandona los sotos,
es hora de entonar esos antojos
que cazan la pureza de la verdad,

las dudas saldrán a pasear
con tu nombre ahíto de arrojo,
entre los deseos hechos despojo
de los sueños que han de emigrar,

se abren ventanas al respirar
sin sombras aparcadas en cotos,
nombrándote escondido el enojo
con palabras que suelo recitar,

y tu rastro he de encontrar
envuelta de silencios rotos,
prisionera de mis sueños locos
cuando entone el verbo amar.



Fotografía de Esther Rivera