lunes, 23 de julio de 2018

PALABRA IRREFRENABLE



Nace de tu nombre
exhalando gotas de gloria,
conservada en la memoria
cálida, de latido solo,
aquella que lo explica todo
apenas rumor de historia,
eco que sale de un recodo
luminosa como luz de foco
jugando temblorosa,
garabateada en el aire
o sembrada en un folio,
es la nostalgia que te nombra
y que se desvanece de algún modo.

Esa palabra irrefrenable
que aquí yace de sombra,
no me importa su silencio
con ese vacío del que te despojas,
que sueña muerto en el incendio
donde son ceniza las hojas,
habitando las gradas de un cementerio
sin el palpitar que componen estrofas,
no me importa que sus letras
se caigan, como las horas,
que no se escuchen los versos
nacidos entre luces y sombras,
donde juegan los ahogados besos
que nadaron esas aguas ardorosas.

Quiero escribir lo que siento,
antes que el vahído del tiempo
termine por cerrarme la boca.



jueves, 12 de julio de 2018

Y QUISE SER NOCHE















Quise ser noche
porque en tu cuerpo
nunca es de día,
porque tan solo quiero
tu sombra sobre la mía,
porque tu alma blanca
en lo oscuro palpita,
por beber tus caricias
que de negra belleza respiran,
porque no quiero mas noche
que en la que tu vivas,
por el deseo de contemplar
tu oculta alegría.

Aunque la noche sea…
esa eternidad quieta,
pura melancolía
de frio envuelta
en áspera desidia,
manto de seda ligera,
látigo de herida,
agonía muerta
que su oscuridad rocía.

Y quise ser noche,
a pesar de que en mi cuerpo
siempre es de día.


Forografía de Esther Rivera

jueves, 5 de julio de 2018

PASTOR DE ECOS















Hacia la sombra donde va el silencio
acuden en rebaños las voces
desde los prados inquietos
o desde marismas de flores,
viajan al viento sujetos
los sueños que pacen despiertos
rumiando letras de colores,
entre infinitos horizontes
repiten a valles y montes
con voz que repica sentimientos,
una luz que estalla de fulgores
trae al tiempo sus olores
en palabras que besan los cielos.

En el aprisco riman los ecos
abrevando en la fuente de los rumores,
donde muere el poema con honores
reuniendo a la manada de los versos.

Fotografía de Pedro Garcea