sábado, 25 de diciembre de 2010

A CAMBIO…

Te cambio un silencio
por el filo de una palabra,
caída en un renglón torcido
que descansa en hilo de plata,
sobre oleajes de pluma mecido
de la fuente de la que manas.

Te cambio ese instante
por el susurro de unos labios,
del suspiro hecho de roces
sembrado canto de cigarra,
en abismo hecho de voces
al compás de una guitarra.

Te cambio un estruendo
por un corazón que habla,
cancionero de los nombres
que vibra gritando baladas,
los quejidos de los hombres
que como tú me llaman.

Te cambio esa nada
por el color de las caricias,
brazos de corazón que enraízan
las colinas con sus huestes,
con versos que paralizan
y que llenan de amor el alma.

lunes, 20 de diciembre de 2010

LA CELDA ARRUGADA











Tengo la voz esposada
con temor a desafinar,
tengo atadas las manos
a un ala desprendida
que busca su libertad.

Y una palabra que entona
esa melodía ofuscada
tejida por letras de lealtad,
un grito que comienza
en afán de decisión
unos versos sin devoción
a zambullirse de tristezas,
tengo un tren sin estación
con miedo a descarrilar
en arrebatos de esperanzas
despojados de su fiesta,
tengo otra vida que sueña
con eslabones sin cadena
que sin querer me condena
a dormir en soledad.

Tengo momentos prohibidos
esclavos de la edad,
nadando un río que no frena
y una fiebre que me quema
con la locura de amar.


Fotografía de Héctor

domingo, 12 de diciembre de 2010

PAQUETE DE VIRUTAS


¿Dónde se posa el beso abandonado que vuela sobre el viento que no cesa?
¿Dónde acude el verano cuando los árboles comienzan a mudar la piel de sus tejas?
¿Dónde se rinde el tiempo que se fuga de la vida en sombras ajenas?
¿Dónde se entierran los miedos que en la pira de los deseos se queman?

A ti te envío el aire
de mis labios escapados,
lo que mis manos y mis ojos
de unas ansias desatadas
en el rastro de los sueños
han ido posando.

A ti te envío mi alma
llena de amor olvidado,
la tierra que mis pies han hollado
siguiendo los caminos
que la cortina de los tiempos
ha ido dejando.

A ti te envío las letras
aferradas a tinta en trazos,
busconas de todas las respuestas
con la caricia de los abrazos
cosidos por el vientre a las puertas
que mis ojos han llorado.

¿Dónde llega lo esculpido por mis temblonas manos?

Fotografía de Pedro Garcea

domingo, 5 de diciembre de 2010

SUEÑO EN NOCHE DE INVIERNO


Si dejaran de quererte
los desdenes del destino,
creería cada una de las mentiras
de ese solitario instante
donde envejece la madre del vino,
haciendo dulce toda su ira
entre desordenes y desatino,
si el alma latente se pierde
en ajetreos sin delicias,
atesorando la nada
y la hiel de la distancia
como verdad sin ningún motivo,
como un efecto sin causa
del suspiro que se escapa
de la celda del arrepentido,
respirando de las sombras
brillando de ocuridad,
trazando sin apenas sentido
en el húmedo rincón de la memoria
del que nacen las palabras que te escribo.