sábado, 13 de octubre de 2007

PEQUEÑA CARIDAD

Acompáñame,
a despertar en la mañana
de miedos de piedra fresca,
acariciar sábanas de agua
hechas de cataratas de fresa,
a rozarnos sin tocarnos
estar en ti sin notarlo,
a jugar con las palabras
sin tener que pronunciarlas,
a ser infiel a la soledad
con los sueños ya cumplidos,
a volar con lo imposible
mas allá de nuestro destino.

Acompáñame,
a manos vacías sin vientos a favor,
a océanos sedientos de cielos abiertos,
a vacíos llenos de lágrimas sin dolor,
a credos infieles de misterios,
a sublimes caricias de infiernos,
a soledades colmadas de pensamientos,
a deseos helados por el calor.

Acompáñame,
si tienes tiempo,
a cruzar la vida con mis secretos,

de locura sinrazón.


Fotografia de Pedro Garcea.

4 comentarios:

Elwing dijo...

Gracias por algo tan bello, si cada vez que cumplas nos vas a escribir tan bonito, ojalaaaaa cumplas cientosssssss de años.
Un beso y FELICIDADES!!

Anónimo dijo...

Decía un maestro, de los más memorables que he tenido, que el poema se distingue del resto de las manifestaciones literarias por el ritmo, la cadencia... Si de algo te vale mi humilde opinión, te diré que esta preciosa joya que hoy regalas no necesita música de fondo (aunque la propuesta tambien denota alto sentido estético), porque contiene un canto que deja su huella de paradoja y necesidad como una verdad risueña, como un amor de esos que no abundan. Del mismo modo que se adquiere experiencia con el paso de los días, el oficio hace crecer el talento que como materia prima subyace en el corazón del que decide, porque puede, escudriñar los vericuetos del alma para extraer el nectar cuasi inefable de la luz primigenia que nos habita. ¡SIGUE POETA!

Gracias.

Con todo el beso y felicidades.
Martin J.

Anónimo dijo...

Te acompañaría sin más...

Lito dijo...

subrayo lo dicho pr martin...
lito