lunes, 30 de diciembre de 2013

PUZLE CAPRICHOSO


Te dibujo en la vida
con el trazo de lo vivido,
deslumbrando a la penumbra
que se cree más que alumbra
y no sabe que se ha perdido.
 
Me ciego de tu guía
al seguir pasos dispersos,
con palabras que nunca digo
que pido humilde cual mendigo
para atarlas a los versos.

Me apasiono con tus hitos
tras nombrar todas las estrellas,
cautivo del aire que te hace soñar
para acabar sin saber que pensar
pendiente de respirarte entre ellas.
 
Me visto de tu decisión
al vivir lo que te alejas,
con los sentidos que me despojas
que caen como en el otoño las hojas
y sentir que tal como el aire vuelas.
 
Me asusta tu destreza
al son de sonrisas que brotan,
escondidas en las cosas que no dices
con colores de todos los matices
para ver como se agotan.
 
Me cambio en tu lugar
sentándome donde quiera,
al retiro del frio invierno
en el crisol del silencio eterno
de un alma desnuda que espera.
 
Te atrapo en la pluma
con la excusa de cualquier tema,
para decirte sin tener que hablar
entre una y mil maneras de amar
lo que te quiero con un poema.


¡Felicidades!


Fotografía de Esther Rivera


2 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida no existe si no hay un guía que te enseñe a vivirla, ni un sentimiento que mantenga caliente el corazón. Hasta aquí he llegado, donde todo empieza, con el corazón cálido, que no permites que se pare por mucho que se enfríe. Gracias por darme la vida, por esta vida, contigo, con vosotros.

suspiros dijo...

Mis palabras siempre están de más en tus versos, me apena incluso atreverme a escribir algo por temor de arruinarlo todo, es por eso que siempre recurro a fragmentos de tí mismo para decirte que me encanta leerte.

Feliz año y un gran abrazo, por hoy me quedo con este verso tuyo:

"Me ciego de tu guía
al seguir pasos dispersos,
con palabras que nunca digo
que pido humilde cual mendigo
para atarlas a los versos"