martes, 23 de abril de 2019

MINDFULNESS




Tengo el recuerdo
anclado en un latido
como si no se hubiera ido,
acurrucado,
su palpito reverbera
haciendo de las palabras sonidos
con el ritmo que el amor expresa,
sensitivo,
ese tacto que regresa
entre las caricias de los sentidos
traídas por la memoria que no cesa,
adormecido,
es el sueño que trasiega
a la pasión de la memoria eterna
despertándome sin ningún motivo,
repetitivo,
eco que me golpea
con los abrazos del cariño
y que si para con el me extingo.


Fotografía de Esther Rivera


1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo lo bello comienza con una emoción.