lunes, 28 de noviembre de 2022

ENTRONCADAS PALABRAS


 









Acércate a mi vera.
Háblame con la caricia de tu ojos,
que yo te lea.

Entierra la simiente
de un deseo que tropieza,
que el rastro de savia ardiente
sean las raíces de un presente
viviendo el sin morir,
una eternidad hecha de instantes
enraizando sobre la tierra
guardada entre sus hojas
mojadas por las gotas más bellas.

Que tus ramas iluminen
las palabras que me ciegan,
donde brotaron las letras
que tu lengua regaló
a los confines de mis riberas,
sombra a sombra cubriste
a enamorados de tu bosque
mojados por el rocío de la sierra,
con la pasión de los ecos
colmaste el paso de las estaciones
acariciando ventanas palaciegas.

Hoy los rayos nos asaltan
con nubes de un cielo enojado
haciendo en tu casa la guerra,
te desmoronaste inapetente
de tu ancla, degollada
por la furia de la bestia,
en tu caída nos empujaste
y de tinta te encorvaste
dejando las raíces huecas.

Desnúdate a mi lado.
Te hablaré con la verdad de mis ojos,
lo que tu quieras.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Una eternidad hecha de instantes....es lo que queda cuando toca vivir de esos recuerdos que son para siempre, hasta la muerte.Tus poemas también serán eternos,bellos sentimientos los tuyos.