domingo, 4 de mayo de 2008

DESLUMBRANTE CARICIA DE CIELO


Me empujaste a beber tu sonrisa
aquella hecha de agua de plata,
la que calma la sed de la fuente
esa que seca las lágrimas,
…y me impuse romper la lluvia
que mana como aguacero,
castigando a la presa que ahogue el río,
para seguir las gotas que han llovido
hasta las sombras de tus labios riberos.

Me empujaste a devorar
los colores de la vida que nacieron,
caricias de ojos que disipan sonrisas
alma que tiene ecos,
…y me hice cazador de nubes
hostil perseguidor y trampero,
lacerando miradas de arco iris,
arrastrado por la corriente de un canto mañanero
hasta lo profundo de tus ojos eternos.

Me empujaste, ¡y me deje!,
sin pensar en los abismos,
sin saber donde caerían los sueños
que se sueñan sin soñar,
…y me hice violador de vientos
conquistador de vacíos versos,
carbonero de láminas blancas,
peregrino de pasos de tinta que andan
hasta el confín de tus deseos.

Por el brillo de unos labios y unos ojos,
hice de la pluma una deslumbrante caricia de cielo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante...

Elwing dijo...

Cada vez que leo algo tuyo pienso que es perfecto, que nada lo puede superar… Mas me vuelves a
Sorprender con algo aun más bello, DESLUMBRANTE…
Hoy te leí, y al hacerlo, sentí una CARICIA DE CIELO…

4 de mayo de 2008 21:01

Anónimo dijo...

¿Por qué habría de empujarte
a beber de mis labios...
a devorar mis sueños...?
¿Acaso no fue suficiente
una caricia de cielo...?