martes, 27 de mayo de 2008

ME LO DIJO EL SILENCIO


Viento, que susurras que olvidemos tus labios,
que tus olas me nieguen su dulzor,
o que tu vuelo ceñido de caricias engañe,
en caminar, la senda donde encontrar
sonrisas, no sea un malgastar de caricias,
entre los labios vivos de la vida,
entre vientos de viejos otoños,
crepitares rocosos de espuma
entre bosques de nieblas,
entre las alas rotas de la bruma,
de tus palabras que dan a beber.

Viento, que me cuentas cuentos de esa Luna,
que tus palabras se han de saber,
que los reflejos de tu espejo no empañen,
que tus miradas tengan mirar,
esas miradas, escapadas de los ojos por azar,
ventanas que hacen creer,
furtivas letras desperdigadas
que discuten, los sentidos escritos
de tus versos nacidos sin querer.

¡Viento!, viento que todo me ocultas,
¡ ojalá no me hicieras soñar nunca!,
… ojalá no me hicieras nunca soñar…

Fotografía de Merche



2 comentarios:

Elwing dijo...

El hombre nunca puede cesar de soñar. El sueño es el alimento del alma, como la comida lo es del cuerpo. Muchas veces en nuestra existencia, vemos nuestros sueños deshechos y nuestros deseos frustrados, pero es necesario continuar soñando, pues de lo contrario nuestra alma muere ...

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te llevan a él ...

( Paulo Coelho)


Me parece un sueño...

Anónimo dijo...

Hace tiempo que recuerdo ser tu amiga, y volverte a recuperar tras muchos años, una bendición de esta espléndida y pletórica madurez. Gracias.