domingo, 14 de agosto de 2011

NO CREO A MIS OJOS CUANDO TE VEN
















No me creo, que sin verte,
no te sienta,
aún teniendo todo por ver
y quede ciego
con la luz de las sombras,
que encapotan la cima de estrellas
dibujando el cielo en un pliego
como alguien lo hizo en las cavernas,
aunque tenga poco por andar
y me detenga
en el vivir de las letras,
acorralando los silencios de sus laderas
para que puedan posarse
en praderas de sonrisa eterna.

No puedo creer,
me anega,
aún teniendo tanto por hacer
acelerando
tan solo usando las manos,
desde la ignorancia de mis actos
hasta dejar marcadas las metas
entre recios surcos abonados,
aunque tenga en que pensar
y me pasme
atemorizado en lo quieto,
con mandobles de pluma
sacudiéndome el arrebato
de los sueños robados al viento.

No me creo,
no puedo,
aún sin tiempo
que no me arda
hacer la semillas brotar,
elegir la piel de las palabras
cada una en su lugar
para que el alma aprenda a gritar:
no creo que tus ojos me mientan.



4 comentarios:

Escribir es seducir dijo...

No me creo, que sin verte,
no te sienta,
aún teniendo todo por ver
y quede ciego
con la luz de las sombras


MUY BONITO

SALUDOS

Un Colibrí Viajero dijo...

sublime poeta!!! gran abrazo!

Pilar Álamo dijo...

Eres un poeta que llega al sentimiento. Es una satisfacción leer tu obra,

Amanteceres dijo...

No siempre es necesario mirar, incluso con los ojos cerrados se visualiza, se huele, se oye, se toca y se siente…
“Deja por un momento que los sentidos se conviertan en poesía…”


Un beso desde mis Amanteceres.