jueves, 4 de abril de 2024

RUIDOS DE SOMBRA

 

El cielo gime, gime de hambre,
abre su desteñida boca y brama,
brotando quejidos
de las cavidades parapetadas
que sus nubes muerden
mientras la soledad calla,
seduciendo a sus ingenuos ojos
con buscar una cita
en una noche apagada.

Mueve sus alas
con lágrimas impresas
y jirones de voz dislocadas,
rezando sentires innatos
sintiendo que sus venas se coagulan
en un latido interior robado
al tragaluz de sus arcadas,
que la luz cincela de notas
a un costado de la Luna
sobre un torrente de pecados
y danzan, en el orbe de un silencio,
donde late el nombre
que su vacío ha dejado.


El cielo ríe, ríe de miedo,
a las brisas secas de su garganta,
gritando, a ese rostro deshojado,
¡abre el envoltorio de las voces!
que clamen a las coronas del viento
con grimorios de palabras
arrodilladas rezando,
pidiendo versos templados
calentados por tu aliento
para hacerme sentir
que aún estás a mi lado.


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