OTRO MUNDO

El mundo es un pañuelo
que esconde tu nombre
tras la pizarra del cielo,
donde las gargantas mudas
siempre responden.

El mundo es un pañuelo
que tu sonrisa difunde,
bajo paletas de colores
y jardines de girasoles
desangrados de inviernos.

El mundo es un pañuelo
que guarda tu cuerpo ardiente
entre gemas de fuego eterno,
que los crisoles del tiempo
rompen en la raíz de tus ojos,
tus ojos ígneos,
que encienden los vientos.

¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!

SIN LA MIRADA

 

Sin verla la verías,
traspasando el velo de la noche
siendo una tea encendida,
como la cueva que respira
como el río que resuena.

Sin verla la verías:
con la pasión, el deseo y la palabra,
con la sinrazón del pensamiento
y con la zozobra, la paz y el amor.

Sin verla la verías,
con los ojos del corazón.

LO SABE EL VIENTO

El viento habla

y le dice al bosque

que tiene sus secretos guardados,

acompañando sus latidos

en un reloj sin agujas

ocultos a la mirada,

donde duerme vertical el frío

escritos en el envés de las hojas

que se desprenden de las ramas

llevando su carga a la tierra o el río.

Viento que vuela

olvidando el estío

con la libertad por frontera,

sin reparos ni reservas,

escondiendo entre las nieblas

los auríferos colores

al custodiar el tesoro

que la naturaleza ha parido,

flores en el crisol de sus ojos

encendiendo el bosque dormido,

al cubrir sus repletos vacíos

de ilusiones etéreas

llenando de huellas sus caminos.

Viento que canta

baladas con dulce de miel

cuando la cigarra se encierra,

acunando en los cielos

la abundancia del otoño

que despliega en su floresta,

dejando en silencio

al verano y antes a la primavera,

va surcando las notas

que desprenden los duendes

bailando sobre la hierva.

Viento que habla, que canta y vuela,

que lee del rocío

el frescor de las letras,

que escribe versos

hasta terminar un poema,

que abre su alma

a las almas de las bestias,

viento que lo sabe todo,

viento que todo lo cuenta.

Fotografía de Héctor

SEDIENTO

 

El amor incendiario
quema en el recuerdo.
¡Oíd, señores de la arrogancia!
el crepitar de vuestro fuego
en la pira que se apaga.
Incendio de los incendios.
Nunca se consume su llama
que brota eterna sobre el agua.
Late de luz el cielo
cobijando a los amantes
del morir en la nada.
Tal es el infinito deseo
que su antorcha nos reclama.

SER NADIE

No estás.

No soy.

Yo sueño en tu noche sumergido,
sin la paz.

Rasgando las frías sombras de tu ausencia,
que se siembran en las grietas
de un tiempo que sigue dormido.

Huesos tu.

Sangre yo.

Quejido sordo de tu voz,
pálpito de roca hecha destino.

Yo, tu vacío que olvida quién fuiste tú,
al transitar en la memoria
que de mi has perdido.

No fuiste.

No he sido.

FLOR DE INFIERNO

 

Cruzando el vacío

y su secreta desolación,

busco

un nombre escrito en el humo,

inconsistente

de vago cuerpo que el fuego devora,

y levita

entre reptantes palabras,

bostezando

las fauces de una luz hambrienta,

que alimenta

el aire de un cielo azul,

sumergido

bajo el espeso manto de las horas,

muertas

en el corrupto calendario de los días,

al gritar

tras un silencio de hojas caídas,

en un espasmo

de la noche que se desborda,

al soñar

con un alma enjuta de niebla,

que tiembla sin un final.

Fotografía de Esther Rivera

LIMITO CON LA NADA

El diluido cielo de tu mirar

se colorea con el descorchar de tus labios.

Miro en el vacío del ver

con la imagen de nadie en el espejo,

que se desvaneció en la noche

contigo al irte, conmigo al huir de mi.

Fotografía de Gemma