martes, 12 de febrero de 2008

LA VENIDA DE LAS PALABRAS


Las velas de la vida pliegan,
en ovillos de senderos donde sus viajeros se encuentran,
cuando soplan o están revueltas,
la vida da vueltas,
donde solamente se mueven los destinos.

Plácidamente acaban en la memoria,
escondidas de los vientos furtivos que vuelan,
allí donde se duermen las veletas
y las olas están muertas,
donde de todo tendremos que despedirnos.

Solazadas divertidas juegan
cuando sentimos el final que del infinito nos prestan,
viendo de cerca estrellas y cometas,
todo te rinde cuentas,
por encontrar almas en un cruce de caminos.


Fotografía de Kiki

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces apenas...

Anónimo dijo...

Esperaré en el cruce, aunque me salgan canas, respirando el viento de las velas plegadas.