jueves, 28 de enero de 2010

ELEGIA III


De vuelta al futuro al otro lado del muro
buscando el nacimiento ceniciento de un cielo prematuro.

Tardando el tiempo atado a un ocaso
barriendo las caricias que se quedan envueltas a cada paso.

Esperando que la rama se haga florida
y el cabello encaneciendo poco a poco al soslayo de la vida.

Desafiando la pálida indiferencia de la pared
retándola cada instante con la fuerza que me provoca tu sed.

Jugando a volar con el roce de una nube ardiente
con tu imagen naciendo en claroscuros deshojados por el poniente.

Sembrando dedos en la alfombra de la nieve
escribiendo mientras una lágrima ahoga la tarde que llueve.

No me detendrá la indignidad de mi suerte
y echaré a andar un día mas hasta resbalar en la muerte.

Seguiré el camino murmurado por el fulgor de una estrella
que sin decir que lo era, siempre fue ella.

4 comentarios:

Un Colibrí Viajero dijo...

Poeta y caballero hoy he quedado maravillada con su versar, cada palabra expresada es una caricia al alma, mis humildes felicitaciones un cálido abrazo.

Gabriel Cordears dijo...

El camino sin una estrella que guíe no es camino sino un círculo...

Saludos!

Deray dijo...

"No me detendrá la indignidad de mi suerte y echaré a andar un día mas hasta resbalar en la muerte"

Unas bellas palabras sin duda alguna, hoy me quedo con ellas, me hicieron pensar, me animan a no dejar nunca de caminar.Un beso grande u mi cariño siempre

Amanteceres dijo...

Tiempos cargados de versos tatuados en una piel desde el ayer,
en una dulce caricia para hoy,
en un sueño que aun no ha nacido…

Deliciosa...


Un besito desde mis Amanteceres.