lunes, 8 de noviembre de 2010

LA TRANQUILIDAD DE SER CULPABLE

Que tranquila es la culpa,
que sabiendo la verdad
hay que querer conocerla
dar la mano que aprieta
hasta que grita el corazón.

Que culpable es la tranquilidad,
aún pudiendo escucharla
aunque se cave una grieta
que la mirada no entiende
en el vacío de la razón.

Que dolor es ser culpable,
aún estando equivocado
ignorando la realidad
dejando la vida quieta
volando de imaginación.

Que tranquilo vuela el tiempo,
culpándose de arrepentido
teniendo el alma inquieta
conociendo la tranquilidad
señalando en tu dirección.

Que tranquila la insensatez,
aún si no se piensa
sintiéndose su huella
se ha de saber lo que cuesta
ser el actor de una pasión.

Que tranquilo es tener la culpa
responder cualquier pregunta,
¡que sabe la verdad que yo no sepa!
con el corazón como respuesta
se llenan los versos de emoción.

3 comentarios:

ELWIMG dijo...

“El Tiempo deja la huella en el Alma;
Y el Alma en la esencia de los sentidos”.
Me conmueves, es difícil quedar inerte después de leerte;
agitas los sentimientos como mueve el viento de otoño las hojas secas,
como las gotas de lluvia se adhieren en el cristal de tras de una tormenta,
nos acarician tus versos y nos abandonas para perderte en otras letras…

Un beso enorme mi amigo Poeta.

Rochies dijo...

QUE TRANQUILIDAD LA DE HABER SIDO GENUINOS CON NUESTROS DESEOS.

suspiros dijo...

el lado bueno de la culpa quizá, una culpa gozada por el placer de haber cumplido vuestros deseos