martes, 6 de noviembre de 2007

EN LA ORILLA

Hoy te voy a esperar
en el agua acostada de horizonte,
comiéndome el sol al atardecer
viendo bajar la niebla del monte,
al lado de lenguas orilladas
esperándote mil vidas.

Hoy te voy a esperar
sobre la alfombra de arena,
caliente y muda de pena,
lamiendo la blanca orilla
espuma de ojos perdida,
en reflejos de luz sobre cristal.

Hoy te vuelvo a esperar
en ese rincón sin nombre,
donde las olas acarician de hambre,
componiendo
una sentina de lágrimas esclavas,
con la canción triste y profunda del mar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE LARGA ES LA ESPERA, EL QUE ESPERA DESESPERA. PERO QUE SERIA DE NOSOTROS SIN LA ESPERA.BESOS...

Anónimo dijo...

No pierdas nunca la esperanza... yo no lo hago...