domingo, 2 de marzo de 2008

NADA ES COMO PARECE


Se guarece el sentido de despedida,
ya no es del mismo color
no segrega la misma vida,
apagados rayos de luz que palpitan,
sobre manos hambrientas
en tu mirada y la mía.

Pese a que la oscuridad esclaviza la noche,
que la duda se oculta del silencio,
a pesar que tu luz apaga el aroma de las flores,
que no caen lágrimas del firmamento
a que el tiempo se hace eterno.

Las lluvias que cobijan cometas,
las palabras de eternos silencios y olores
los ecos muertos en una boca sin sabores,
sensatas horas bien perdidas,
corazones que rompen la brisa.

La tarde cae callada y dormida,
abatida entre hojas de pensamientos,
fantasmas de tiempo,
ojos entreabiertos en la neblina,
caída de luces de otoño
sobre tu sombra y la mía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me tienes enamoraica vivaaaaaaaaaaaaa......