jueves, 19 de noviembre de 2009

LLUEVE SOBRE BERLIN


Se que aún no he visto
tu lluvia convertirse en lágrimas
que de tu cuna nacieron
con pasos apresurados,
cenizas que se confundieron con estrellas lejanas.

Que un día tu cielo quedó quieto
en las raíces de tu alma
creciendo entre los escombros
que abandonó la especie humana,
al sembrar el camino de odio y rabia vanas.

Que de un océano de ladrillos
y de calles frías de esperanzas
bajo la sombra de nubes negras
creciste entre recios bordillos,
deshaciendo los nudos de tus luces esclavas.

Que aún te pueden batallas
que se ciernen de alianzas
y que persisten bocas bramando
el conflicto de tus entrañas,
arañando las simientes que brotan ufanas.

Se que aún no he comprendido
porque tus ojos llueven distancia,
pero se, que si de tu piel la paz mana
y de tu sed el perdón se sacia,
debajo de tus huesos siempre habrá mañanas.

Berlín sigue de tristeza empapada.

5 comentarios:

Un Colibrí Viajero dijo...

Niño me emocionas, con esas lagrimas, la esencia de tus letras llegan y se instalan dentro, se sienten como propias en sentimientos, gracias por compartir el arte de tu versar.,
Cálido abrazo a ti poeta.

ELWIMG dijo...

No hay lugar tan estrecho donde no se pueda elevar el pensamiento al cielo.
Séneca.

Hermosa y profunda...

Un besoT

Violeta dijo...

Aquí estás de nuevo, cerca de mi..no importa cuanto silencio me rodee.. tus palabras, tus poemas son un bálsamo cuando uno no encuentra por donde seguir para buscar las emociones...Es un poema maravilloso que leeré varias veces..un beso enorme mi querido navegante!.

lhuzdelhuna dijo...

Siempre hay un mañana...
Precioso
Un Besazo

Deray dijo...

Hay que mirar hacia adelante, porque si no el recuerdo de las piedras que nos hirieron los pies, no nos dejará ver las praderas donde podremos descansarlos, ni los charcos donde limpiar y restañar las heridas. Precioso poema. Un beso grande