ante el espejo veía,
raídos quereres de obtusos amores
amontonados del pasado.
Y el cristal le sonreía.
Piel de rutina desgastada,
donde los ojos repiten, cada día,
quemantes sentires en lacerantes presentes,
de caricias olvidadas y marchitas.
Y el cristal le sostenía.
Labios amordazados,
amante sin dicha,
regaladas palabras de amargos decires,
relatos preguntados e imaginados.
Y el cristal le respondía.
Sueños de conquistas
ilusiones perdidas,
suaves amaneceres de sueños febriles,
realidades de soledad herida.
Y el cristal al final se rompía.
1 comentario:
Me he ido del tiempo,oscuro y sin ventana.
De mi misma.
Abandone el misterio de los sueños insensatos, palabras fraudulentas,
miradas equivocadas, lastimeras y homicidas.
Me he soltado,
suavemente
…de manos ajenas
…de imposibles anhelos.
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