Me confieso en las tardes
de la naturaleza de las cosas
que está en el aire que todo lo llena,
cambiando los colores de la suerte
o deshojando la flor inerte
de sus almas esparcidas en motas de arena.
Me acuso de ansia en las noches
con su caricia que como el fuego quema
enardeciendo sueños con llamaradas secas,
que el corazón de la hoguera como estrofas lleva
en su paseo sobre la tierra de huella incierta
brotando de color en mi garganta muerta.
Me sonrojo con las mañanas
arando de caminos los campos
regalando horizontes al abrir su puerta,
sofocando los deseos que tu nombres
y que el agua aquieta por el baile de las sombras
con siluetas sujetas en hilos de letras.
Me sorprendo entre horas
con la eternidad de los besos
y la grandeza de lo sencillo a cuestas,
que si te miro te veo
y oyéndote siempre te escucho
esculpiendo las raíces de tu forma.
Me siento culpable
dominando los elementos
y emborronado la virginidad de la hoja,
leyendo las caricias de los colores
que provocan que escriba un verso
en el momento que percibo tu aroma.
Llevándote dentro como te llevo, cada vez que se repite un ahora…
de la naturaleza de las cosas
que está en el aire que todo lo llena,
cambiando los colores de la suerte
o deshojando la flor inerte
de sus almas esparcidas en motas de arena.
Me acuso de ansia en las noches
con su caricia que como el fuego quema
enardeciendo sueños con llamaradas secas,
que el corazón de la hoguera como estrofas lleva
en su paseo sobre la tierra de huella incierta
brotando de color en mi garganta muerta.
Me sonrojo con las mañanas
arando de caminos los campos
regalando horizontes al abrir su puerta,
sofocando los deseos que tu nombres
y que el agua aquieta por el baile de las sombras
con siluetas sujetas en hilos de letras.
Me sorprendo entre horas
con la eternidad de los besos
y la grandeza de lo sencillo a cuestas,
que si te miro te veo
y oyéndote siempre te escucho
esculpiendo las raíces de tu forma.
Me siento culpable
dominando los elementos
y emborronado la virginidad de la hoja,
leyendo las caricias de los colores
que provocan que escriba un verso
en el momento que percibo tu aroma.
Llevándote dentro como te llevo, cada vez que se repite un ahora…
Fotografía de Gemma Redondo