En el confín de los sueños
las
estrellas se mecen
sobre
la cúpula del universo,
a
punto de caerse, duermen
en
el alfeizar de un verso
donde
tu permaneces
sujeta
a las nubes sin enredos,
colgada
de la sonrisa de un verbo
que
se abre de ojos luminosos
a
los dominios del secreto,
donde
puedo sentir la rima
al
acariciarme tus besos,
que
camina sobre las hojas
nevadas,
con palabras sin gestos,
haciendo
posible ese amor
alcanzado
en la caricia del encuentro,
allí
donde siempre estarás,
allá
donde brillan los sueños.
Fotofrafía de Pedro Garcea