El
otero de las quimeras
catapulta
los sueños
que
se leen en las hojas de un árbol,
mientras
se vacían de palabras
sacadas
por la pluma del tarro.
Dibuja
todas las vidas
con
rastros disparatados,
contando
las nostalgias
que
de colores cubren sus campos,
cambiando
las estaciones
en
cada uno de sus ocasos
abrazando
las despedidas
alejadas
por los pasos,
en
la temporalidad de un beso
al
desnudar el cansancio,
vistiendo
los silencios
con
palabras sin nieblas
haciendo
hablar
a
los versos callados.
Cae
la lluvia negra
de
un tintero hecho pedazos,
para
abrirte los labios
que
tiznan sus sentidos
sobre
un folio en blanco.
Fotografía de Gemma