lunes, 28 de febrero de 2011

SIN IDENTIFICAR


Soy un simple mortal que llega y se va,
aquel que atesora la nada
al deseo mas deseado,
que se arrima despistado
el ascua de un sol apagado
con la sonrisa que pace callada
en lo pulido de un cielo encerado,

…aquella materia que viene y se va,
la gota perdida y hallada
en el llanto de todo condenado,
la llama que arde tumbada
sobre el canto que aún no ha rodado
y la sombra que fluye enredada
de calles hechas sin empedrado.

…aquel bullicio que rompe y se va,
la brisa de caricia encantada
con el sueño que no ha despertado,
la tormenta de amor iluminada
y el arroyo que sigue enfangado
de un aroma que de ti sigue colgado
dejado escrito con palabras.

Soy simplemente un hombre que llegará y se irá,
y te seguirá buscando.


Fotografía de Eyre

martes, 22 de febrero de 2011

REFLEJOS DE POESíA











En la orilla de una rima
estabas tú, último estertor de un ocaso.

Rimando. Te asomaste en mi espacio
volando, en alma de carne traslúcida
atada al devenir de un fracaso.
Latiendo en verso y conmigo respirando,
sintiendo tu perfume en las palabras
cantando, al gozo de lo que brilla
como trueno que salpica
el vacío del sonido de estar soñando.
Para acabar en cañadas de letras
arrimadas por la tinta seca
al pensamiento de estar amando.

En el borde de esa rima
escribiéndolo, estaba yo por si acaso.

domingo, 13 de febrero de 2011

POR PREGUNTAR


De recodos enfebrecidos
arden las calles que tus pies siembran
hasta llegar a tu puerta
escondida de distancias y espejismos,

con encelados ecos de sonrisas
y techos cerrados a las estrellas
que ya no gritan como aquellas
tras las esquinas de las prisas,

enfangado en charcos vagabundos
que siempre preguntan por ti
y de tu lucha contra los infundios,

buscándote donde existe el allí
preguntando en los vericuetos de los mundos,
¿hay alguien ahí?... porque yo estoy aquí.

domingo, 6 de febrero de 2011

LAS ODIOSAS COMPARACIONES



Tu eres aire
que impulsa las alas
y la cabal causa del vuelo,
culpable de las briznas del viento en tu pelo,
esclava de ligereza
jadeando en el oscuro satén de tu velo.

Yo soy tierra
apoyada de entre las piedras
y salpicada en matojos de guijarros,
que se hunde en huellas caminadas de carros,
vacía de espacios
y cincelada por las olas de los barros.

Ella la niebla
fluyendo de sueños adormilados
y de etéreas nubes acarameladas,
que vibran como los bosques de las hadas,
susurrando esquinazos
y fugaces caricias incendiadas.

Yo ese charco
en sus márgenes condenado
y con lágrimas de cielo regado,
que tirita indefenso al suelo pegado,
clamando cielos
y buscando su corazón ahogado.

Tú eres viento
que viaja entre estrellas
y siembra el vacío de astros,
con manos que acarician sus pastos,
luces que salpican
y que alumbran con bohemios rayos.

Yo regazo
aquel que recibe tu abrazo
que hace que germine su tierra,
ese barbecho sin flores condenado,
anochecido trastero
donde todo se guarda descolocado.

Ella camino,
yo sus pasos.





Fotografía de Gemma.