Viento, que susurras que olvidemos tus labios,
que tus olas me nieguen su dulzor,
o que tu vuelo ceñido de caricias engañe,
en caminar, la senda donde encontrar
sonrisas, no sea un malgastar de caricias,
entre los labios vivos de la vida,
entre vientos de viejos otoños,
crepitares rocosos de espuma
entre bosques de nieblas,
entre las alas rotas de la bruma,
de tus palabras que dan a beber.
Viento, que me cuentas cuentos de esa Luna,
que tus palabras se han de saber,
que los reflejos de tu espejo no empañen,
que tus miradas tengan mirar,
esas miradas, escapadas de los ojos por azar,
ventanas que hacen creer,
furtivas letras desperdigadas
que discuten, los sentidos escritos
de tus versos nacidos sin querer.
¡Viento!, viento que todo me ocultas,
¡ ojalá no me hicieras soñar nunca!,
… ojalá no me hicieras nunca soñar…
que tus olas me nieguen su dulzor,
o que tu vuelo ceñido de caricias engañe,
en caminar, la senda donde encontrar
sonrisas, no sea un malgastar de caricias,
entre los labios vivos de la vida,
entre vientos de viejos otoños,
crepitares rocosos de espuma
entre bosques de nieblas,
entre las alas rotas de la bruma,
de tus palabras que dan a beber.
Viento, que me cuentas cuentos de esa Luna,
que tus palabras se han de saber,
que los reflejos de tu espejo no empañen,
que tus miradas tengan mirar,
esas miradas, escapadas de los ojos por azar,
ventanas que hacen creer,
furtivas letras desperdigadas
que discuten, los sentidos escritos
de tus versos nacidos sin querer.
¡Viento!, viento que todo me ocultas,
¡ ojalá no me hicieras soñar nunca!,
… ojalá no me hicieras nunca soñar…
Fotografía de Merche