En un apenas
he asaltado una nube vacía de consistencia
atravesando un alma sin cuerpo,
bebiendo su efluvio muerto
quitándome la sed de la impaciencia,
en apenas un instante
he mordido a la conciencia su tristeza
buscando la humildad en los versos,
con la libertad de hacerme preso
mirando amaneceres de belleza,
un momento apenas
y he cruzado el vestíbulo del mar
apartando su puerta desvencijada,
deslizándome en la espuma mojada
que colorea las letras del rimar,
un apenas tras otro
he cargado el ansia de los imposibles
clavando estrofas en lo trágico,
alcanzando ese mundo todo mágico
que despierta la piel a los insensibles.
Sin apenas esperar,
he mordido la esencia envenenada
en busca de la eterna paz
que hizo de la huida necesidad
hasta dejarla en las palabras bordada.
he asaltado una nube vacía de consistencia
atravesando un alma sin cuerpo,
bebiendo su efluvio muerto
quitándome la sed de la impaciencia,
en apenas un instante
he mordido a la conciencia su tristeza
buscando la humildad en los versos,
con la libertad de hacerme preso
mirando amaneceres de belleza,
un momento apenas
y he cruzado el vestíbulo del mar
apartando su puerta desvencijada,
deslizándome en la espuma mojada
que colorea las letras del rimar,
un apenas tras otro
he cargado el ansia de los imposibles
clavando estrofas en lo trágico,
alcanzando ese mundo todo mágico
que despierta la piel a los insensibles.
Sin apenas esperar,
he mordido la esencia envenenada
en busca de la eterna paz
que hizo de la huida necesidad
hasta dejarla en las palabras bordada.
Fotografía de Héctor