Me
diste las palabras
que
atrapé en unos versos,
latidas
en gotas de nubes
atrapadas a un mismo tiempo,
caídas
de las estrellas
para
que bailen con el viento,
sencillas
y honestas
bordadas
de un te quiero.
Encontraste
esas letras
hechas
pequeños cuentos,
para
saber lo que soy
las
busqué en tus adentros,
tras
lágrimas que escondes
y
sonrisas que me encuentro,
pudiendo
sentir la vida al mirarte
dónde
guardas mis fragmentos.
Por
eso caminamos juntos
siendo
nuestro amor eterno,
al
despertar seré tu alba
y
te abrazaré con mi amigo el cielo,
besándote
con la lluvia,
cantándote
con el silencio,
ahora
sé porque hago esto, gracias a ti,
de
colores son mis sueños.
Nos enseñamos y aprendemos,
porque
queramos o no, desde que llegaste,
andamos
parejos.
¡FELICIDADES!
Fotografía de un amigo de Londres