LA EDAD DE LA OSADíA

Contigo me atrevo
a ser el agua que colma la catarata
anegando de sueños los cielos de un padre,
a ser una luz de latido
que se vierte de coloreados destellos
como onduladas caderas que recorren un valle,
a brotar del seco sendero
como pasto de voladas colinas
segando las cunetas de labiadas espinas,
a conseguir domar al destino
prendiéndolo en olas de verso
atándole duro al aroma de un beso,
a crecer a la par que el tiempo
dotándome de plumas para el vuelo
que me aparte del suelo para abrazarte,
a usar la humilde palabra
como el río que riega la pobreza
riendo con la misma sonrisa de la esperanza,

contigo aprendí…,
a quererte,
a quererme,
a ser amable y no estar triste,
a perdonar el odio sin perderme
entre el tumulto más intrincado de tu mirada,
a levantarme de las caídas y redimirme,
a creer en el ser humano,
a ver el amor en todas partes,
a saborear con gotas la vida
mas allá de los placeres de la carne,
a sortear la confusión,
a perder sin importarme,
a que contigo todo lo puedo,
a felicitar,
a felicitarme…,
y sigo aprendiendo.

fELICIDADES

Fotografía de Carol

POR CUASI…

Si de entre la nada brotó un pequeño soplo
coagulando el aire en copos de silencio
que amaneció impregnando a las voces,
colmando de letras los alientos
dándoles coro a los pensamientos
creciéndose de ampulosos salmos
como mies que guadaña no cortó,

haciendo un algo del que saldría todo,

si de cada todo logramos casi nada
construyendo sobre los suspiros
que aún no han aprendido a volar,
impedidos de poder apartar el olvido
troceando la ley natural
y todo ello por encontrar
convertir el todo en apenas nada,

si desde la nada se encuentra todo,

casi nada creció sin las ramblas
encontrando palabras que las nombrasen
para alumbrar de cuerpo a sus almas,
pariendo sombras y acechanzas
se escriben versos que abrasen
con poemas vivos que canten
que de tu nada nace todo
y que todo partió de la nada.

Fotografía de Eyre

DULCE CRISáLIDA

Abriré,
me iré de mi
saldré de ti
y seré viento,
navegando,
un rumbo sin fin
con cola de delfín
y parche de bucanero,
rodeando,
el cofín de lo inexplorado
en busca de lo aún no hollado
y de lo hambriento,
conquistando,
espacios no surcados
sueños jamás soñados
y almas en movimiento,
acariciando,
cada océano de la brisa
con una paz sin prisa
y burlando al tiempo,
tintando,
de nieblas los olores
dándoles sus colores
y haciéndome verso,
precipitaré,
me iré hacia ti
para caer en mi
y seré beso.

ELEGíA ELEGIDA

Para llamarte tuve que elegir palabras
de entre los muelles de los sueños,
escarbando en el cuerpo de los cielos
o anidando en el nicho de las almas,

para mirarte, aprendí el secreto del vuelo
a sortear las frías nubes de la escarcha,
dibujando con los poderes de la mancha
borrones de ojos con letras prendidas al suelo,

para verte, bastó solo el momento
que se entrecruzaron nuestras miradas,
dejando en obeliscos de líneas apiladas
Lunas y Soles en las cuentas de este cuento,

para oírte, hasta alejado de tus labios
palpo cada deseo que tu describes,
deletreando cada rincón que mires
murmurando en las cunetas de los besos,

para pedirte, he venido y he llamado
con la bruñida aldaba de los deseos,
anclando en las orillas de mis dedos
la escudilla que recoge mi reclamo,

para sentirte, se fugó un pensamiento
adueñándose de todo mi universo,
buscando en el secreto del verso
el arte de hacer hablar a las palabras.

Fotografía de Isabel