lunes, 25 de noviembre de 2019

ENSOÑADO












Siempre vivirás en mí,
en la caricia de encontrarnos,
haciendo latir al mundo
de amores, alegrías, colores,
siendo la música de mis manos
cantada en las estrofas
que se dibujan al amarnos.

Nunca me quiso el olvido
intocable disfraz del sueño,
en la forma de mi tiempo
eres luz, mar, eres cielo,
la pureza de las palabras
arrastradas por el viento
hasta la tinta de mis labios.

Vivo en tus ojos, solo en ellos,
en la paz que regala el día
donde no tiritan los miedos,
en la mirada sin destino
que ante las sombras me ha cobijado,
donde el amor crea su sueño,
ese amor tan ensoñado.


jueves, 21 de noviembre de 2019

SANGRE DE RIMA




La sangre del poema
es de color ceniciento,
se moja en una corriente de letras
que se mecen inquietas
con los efluvios del tiempo,
formando onduladas palabras
que la tinta hace verso,
sonriendo con los movimientos
de las gotas que andan sueltas
excitadas por un embrujado viento,
caídas en una lámina nevada
que manchan todo su suelo,
dando forma al sentimiento
con el que se escribe al deseo  
forjando vida en su cuerpo,
al volar por las venas
portando un solitario aliento,
revolcándose en el intento
de sacar las alas de un beso
para acariciar del alma el silencio.


Fotografía de Gemma


miércoles, 13 de noviembre de 2019

TE RESPIRO












Te respiro
en tintas que no laten
de leves mundo frágiles
que hacen tempestad del silencio,
sobre los borrones de colores
que llueven por las hojas
desmelenados, fieros,
donde lucho por encontrarte
entre las sombras forjadas
de una cuartilla sin suelo,
persiguiéndote con lápices
que nunca pisan la tierra
colgados de un parpadeo,
más allá de las letras
donde deambula mi vida
errando con las níveas nubes
que lentas adornan el cielo,
líneas que portan voces
unidas a los hilos que atan un verso.

Atrapo tu aire
en desérticas lágrimas negras
sueltas de unos ojos hambrientos,
encendidos al buscarte
en las miradas del viento,
abriendo las sombras
con la luz de lo que escribo
al acantilado del pensamiento,
mucho más cerca del olvido
que de un pálido recuerdo,
elevándome a la cima de los sentidos
haciendo crujir la sencillez del sonido
con la infinitud del tiempo,
arrastrado por un sueño perdido
y sin percibirte aún te respiro
porque en el aire vuela un te quiero.


Fotografía de Esther Rivera