lunes, 22 de noviembre de 2021

LáGRIMAS DE ESPEJO


 Hay una imagen
reprochándose a sí misma,
por lo que ve, por lo que ha visto
y por lo que imagina,
está perdida en los rostros
inscritos con latidos
a la espera de unos ojos
que se miren a sí mismos.

Hay un cara a cara
tras ese cristal de infinito,
por lo que no ve, por lo que no ha visto
y por lo que nunca imaginó,
dejando los sueños rotos
resbalando de abismos,
junto a los deseos perdidos
que no son y nunca han sido.
 
Llueven los reflejos
sobre la patena del destino,
salpicado el horizonte de espejismos
por lo que han de ver
al romper con rayos el cristalino
donde se cuartea la piel
con lo que será, con lo que es
y con lo que ha sido.


Fotografía de Gemma 


sábado, 20 de noviembre de 2021

PERDIDO EN TI








 


Hace tiempo
que busco en los bolsillos
algún suspiro desterrado,
ese que se quedó atrapado
al huir de mis manos
tras la niebla de unos visillos,
y echo en falta
la bocanada de sonidos
que susurraban las estrellas
cuchicheando entre ellas
sobre unos ecos perdidos,
esos que me acercaban tu voz.
 
Y sigo buscando
leer en la estela de los cometas,
llenar los vacíos inquietos
interpretando los sueños
sentidos en las caricias secretas,
caer en las trampas de un beso
que unos labios aletearon
y vuelan con la brisa pasajera,
sumergirme más allá del cielo
para acurrucarme en tus latidos
y perderme en tu ribera.

Estoy rebuscando
en un anteayer de sombras
entre serenatas de grillos,
con los millones de ruidos
que el silencio atrapa
cuando tú me nombras,
y sigo escudriñando
a los fantasmas que espantan
los recuerdos que me asaltan
en los versos que te escribo,
y así sentirme acompañado.
 
Me queda un horizonte
que no termino de alcanzar,
donde se fugaron las miradas
atesorando las vidas pasadas
transitadas alguna vez contigo
que ya no me volverán a mirar,
y aunque persisto en el camino
me pierdo en mil y una huellas
iluminadas por nocturnas centellas
sin querer saber que ando perdido,
tan solo perdido en ti.
 

 Fotografía de Pedro Garcea

 

sábado, 13 de noviembre de 2021

GIGANTE QUE NO SE VE

 










Atolondrado y confuso

arde como fuego sin llama,
es la herida que no sangra,
dar sin querer coger,
el dolor que no termina de doler
con la alegría del descontento.
 
Es querer sin querer,
una soledad en muchedumbre,
hacer de la alegría costumbre,
reír sin la sonrisa
al pronunciar su nombre,
es no ganar y no perder.
 
Apasionado y confiado
es el preso de la libertad,
pagar la mentira con lealtad,
servir siendo el señor,
tener por guerra la paz
y saber porque no duda el amor.