Desde el latido de un tintero
pongo mi corazón a tu lado,
con el tiempo del viejo reloj atado
goteando la ansiedad de los momentos,
entre la alegría de ver correr al viento
ayer, hoy y mañana, caigo y aprendo
levantándome para seguir a tu lado.
Por este amor inquieto
hoy ensalzo trazos
de ternura,
que salpican de espuma la cordura
envuelta en el corazón de los cielos,
tejiendo la tela de los recuerdos
en acristaladas hojas de retales
llenándolas con letras de carne y hueso.
En eso mi vida anda
ondulada en el mar de los deseos,
dibujando las sombras de tus besos
con manos que vuelan de palabras,
sobre un alma blanca sin desiertos
que siempre me
muestran tu cara
en un fértil camino
hecho de pasos eternos.
Siempre sentiré la sed
del espejismo de tu
secreto,
con el fantasma de la nostalgia
corriendo alegre a campo abierto,
alba paseando entre los pasados,
presentes riendo, futuros te quiero
y miradas escritas en unos versos.
Fotografía de Pedro Garcea
Felicidades