NI TU NI YO

No me atrevo con las notas de un adiós
ni con el querer que no sea tarde
ni con las piedras que fueron camino
ni con el viento que susurra sin aire.

No puedo apagar llamas con los labios
ni con las risas que portan dolor
ni con los abrazos hechos sin manos
ni con el tiempo que aleja tu voz.

No resisto el alma que fuerza alegría
ni la lágrima que extiende su frío
ni los versos paridos del vacío
ni la nada que se llena sin tu amor.

No alcanzo la paz del olvido
ni a ser aquel ángel caído
ni a borrar tu nombre sin desafío
ni me conformo con decirte adiós sin mas.

No es lo que tu y yo hubieramos querido.

Fotografía de Isabel

CUANTO MENOS SE DE TI, MAS TE SIENTO

Se desmenuza el creer
en el mundo que olvidado ya no nos toca,
sobre espacios alquilados que se esparcen entre sombras
y vacíos cristales que están por hacer,
colmando los silencios de futuros que chocan
semillando el lecho de los sueños
empapándolos de ansias rotas.

Ya no cantan las letras
diseminadas en espacios que no se encuentran,
andando gélidas en las gargantas amargas
deambulando en bocas rojas y abiertas,
caminando a ciegas
de emociones sin retorno
olvidadas sobre tardes muertas.

Amargas soledades
hablando con susurros de esperanzas,
arruinadas por lo lejos que se ve tu cielo
hechas de costras que asfixian y matan,
prisionera del ansia de la vida
donde un espejo nos devuelve la imagen
entre palabras que sangran.

Flácida serenidad
depredada sin ningún filo en sus garras,
nubes hechas de gotas de ausencia
que en nuestros corazones se clavan,
palpitando con el vacío a cuestas
camina el mundo dando vueltas
con la desazón que produce el haber perdido el alma.

PARTO DE PALABRAS

Así naciste a mi mundo
llegando sin aguantarte,
resbalando ligeramente en el blando viento
con la desazón que grita una meta de horizonte,
balanceando el fulgor de una Luna quieta
y la esencia de un alma sin cuerpo.

Viniste sin desconsuelo
apareciste de impaciente amor,
portando el corazón de estandarte
buscando a tientas las caricias del tiempo,
en el abrazo sonriente de los besos
y la graciosa mirada que salió a buscarte.

Abriste la puerta
de un solsticio de primavera,
acaparando la belleza de las mariposas
donde resbalaron nuestras huellas,
donde se tocaron nuestras manos
pasando la puerta que no tiene vuelta.

Alzaste el telón del cielo
destapando el infinito a ciegas,
mas allá de lo que se puede soñar
mas lejos de lo que uno quisiera,
tan cerca que se podía tocar
ese amor que a todos nos sujeta.

Así llegaste a mi mundo
casi sin darme cuenta,
cegando la silueta del monte
ahogando el canto de las sirenas,
imaginando estrofas sin fechas
encerradas en palabras de poeta.

Así te hiciste conmigo, Musa de las letras.

Fotografía de Pedro Garcea

NO SOY LO QUE SIENTO

Es tiempo
de levantar el alma sobre un amanecer
y de llenar con rocío la fronda oscura,
alzar la vida a cualquier lejanía
y que los suelos nos muestren su altura,
para llevar la voluntad donde se estrella
y que las palabras enreden con la locura.

Llegó la hora
de ser o no ser
y dejar de ser lo que siento,
de no estar donde me encuentro
y caminar los pasos de otros
mojándome de gotas sin agua
cayendo en un siempre mas lejos.

Es tiempo
de portar la fortuna donde se quede ciega
y que las noches nos acerquen los silencios,
que la tinta y el papel nos hagan escribir
para que tu voz traspase los momentos,
que dejen de engañar los deseos
y así poder vivir sin ti de nuevo.

Llegó la hora de morir viviendo.

Fotografía de Gemma Redondo

VIENTO VACÍO

Solo amor y tú,
…en el vaivén de las olas sin refugio,
con el rastro caído de estelas moribundas
que llueven de deseos sobre el empedrado,
agolpando en ecos de baladas marchitas
los latidos cincelados del enamorado...

Únicamente vida y tú,
…que se hace casual entre las sombras,
regalando pasos mal paridos entre ocasos
afilados como aristas de acantilados,
llenando huecos de secretos algodonados
que mueren en hogueras apiladas…

Solo la nada y tú,
…que se hace al chocar entre dos almas,
hollada de caricias de amor en las manos
adornadas de soledades desoladas,
que se van marchando como destinos
por horizontes de nubes diseminadas…

Únicamente el todo y tú,
…en los bordes sólidos de mis páginas,
cultivadas bajo cielos azules adornados
y de tropezados salientes de sol,
caminos rotos por espacios en blanco
al que tu ausencia me ha empujado…

Renglones torcidos que solo tú podrías llenar.

Fotografía de Esther Jiménez