Cambio
alma
por
piel y huesos
trocando
el andar si procede,
que
camina al ímpetu emprendedor
del
que todo guerrero envejece,
gritando
en vocerío
poniendo
en saldo las cenizas,
brasas,
astillas y rescoldos
que
en la hoguera brillan cuando anochece,
singladuras
de viejos sueños
ancladas
en las esquirlas de unos ojos,
con
juegos de manos
trueco
los poderes
para
regatear la esencia
de
la tinta silente que se mece,
en
desenfrenadas hordas de letras
por
unos versos que te mienten,
mil
miradas retenidas
regateando
palabras
derramadas
con las prisas
hechas
de la sangre que perece,
y
si me avisas, destapo las sonrisas
como
olas que no tienen vientre,
de
alacenas vacías
y
sin venderme
canjeo
las prendas
del
que todo se desprende,
que
se van como todo lo que se va
para
volver como todo lo que vuelve,
paso
a paso
voy
mercando
tras
el rastro de estrofas
que
canten todo lo que desaparece,
porque
cambio un alma viva
por
beber el agua pura de tu fuente.