viernes, 20 de agosto de 2021

CAMBALACHE


 
Cambia el viento
cuando el viento pasa,
pasan las edades
y cambia la fe mundana.
 
Cambia la esperanza
todo el mundo cambia,
mudan los ecos,
trucan acechanzas
y las mañanas que se escapan.
 
Todo es distinto,
termina siendo mudanza,
del mal queda un recuerdo
y del bien una añoranza,
que el tiempo con la edad desgasta.
 
Todo cambia cada día
como el ave que canta,
hasta que un día el tiempo muere
cubriendo con su frio manto
cualquier cambio que nazca.


Fotografía de Pedro Garcea 


jueves, 12 de agosto de 2021

CERRANDO LOS OJOS



La oscuridad se cierne
tras los cansados párpados,
dejando bajo la piel los signos de la aurora.
 
Esa luz que se esconde sola
en el nicho de la sombra,
sumergiéndose de una eternidad mojada.
 
Bajo la oculta mirada
hay un mundo de tinta vagando,
ocultando los silencios que de vacío afloran.
 
Pasionales cortinas que brotan
con la dulce caricia de la ceguera,
como el momento que se nos hizo ayer.
 
Amor que no pudo ser,
hendido en los profundo
y del que solo escucho su grito furibundo.
 
Sordo ruido del mundo
que de tu voz sigue colgado,
aleteando con latidos entre las sábanas.
 
Terco sueño sin palabras
agazapado entre las manos,
que solo te ve con los ojos cerrados.

 


sábado, 7 de agosto de 2021

DULCE DOLOR




 






Susúrrame al oído esa dulce palabra
en letras que se asomen a tus labios
como cada noche que duermo a tu lado,
donde me voy muy lejos,
contigo,
soñando,
llevándome todos mis sueños,
que no es mucho ni poco
es lo que has encontrado,
lo que fui, que es para volverse loco,
lo que ahora soy, un eco deambulando.
 
Llevo todo mi equipaje en los brazos,
esos mismos que te rodearon
sin apenas peso en un cuerpo extraño,
dejando el miedo apartado,
de los abrazos,
del corazón,
que sigue latiendo con un ruido azorado,
enfrentándose pulso a pulso
con todo lo que puedo hacer,
discutiendo con los versos
que aún falta deletrearlos
para terminar el canto.
 
Cada noche el silencio me cobija
entre luces que se desprenden sin rencor
inmerso en un barco de estrellas navegando,
reanudando el camino,
lento,
pausado,
que sin saberlo creía olvidado,
aprendiendo a correr el velo
que con las palabras he recordado,
en el mundo que solíamos ver
de no conocerte ahora
no me importa volverme a caer 
y portar el dulce dolor que he soñado.


Fotografía de Gemma