Miro de soslayo.
Te miro rozando
y me basta con eso.
Al otro lado tus ojos,
en tus ojos mi reflejo,
del reflejo brota un latido
que de letras cubre mi cuerpo,
inocente e inofensivo,
acariciando sin palabras
un corazón que está vivo,
revoltoso como el viento
por culpa de algún Cupido,
en la claridad de amarte
los versos han sonreído,
el éxtasis de observarte
de muy lejos te ha traído,
con la ternura de verte
las distancias se han perdido
y desde tus ojos a los míos
un amor eterno ha surgido.
Miro a tu lado.
Te miro soñando
y con eso es suficiente.