No sé que somos, pero sé que somos.
Me lo dice el gesto de un mundo prestado
cuando bailamos de parte a parte
con el ritmo de la lluvia al caer,
me lo dice el aire en el soplo de un suspiro
cuando buscamos entre las miradas
caídos ojos sobre lienzos sin ser,
me lo dice el alma en latidos cansados
cuando jugamos a no encontrarnos
a siempre estar sin que ninguno esté,
me lo dicen las sombras que se desperezan
cuando sin querer nos despertamos
de sueños que no se pueden creer,
me lo dice tu sorpresa siempre alerta
cuando sin esperar nos cruzamos
exhaustos sin dejar de correr,
me lo dice tu adiós al besarnos
cuando sin querer nos ahogamos
bebiendo lágrimas que no se han de beber,
me lo dice el amor al jugar con las hojas blancas
cuando chocamos las manos
midiendo quien posee el querer.
Aún no sé que somos, pero que somos lo sé.
Fotografía de Pedro Garcea