Es
oscuro el disfraz
que
tiene el destino
en
territorios tenebrosos,
engañado
por sombras
que
manan de un recodo
sin
haber aprendido
a
iluminarse con los ojos,
roer
el vértigo locuaz
de
enaltecido sonido
que
vigila tras de todo,
refugiado
del austero
canto
de un arroyo
o
del secreto sencillo
con
el que crece un coloso.
Esa
alma de paz
gobernada
sin tino
y
de caminos tortuosos,
con
el abrazo retorcido
por
los brazos de la espera
de
un olvido que se cuela
habitando
la vida de otro.
1 comentario:
El destino,ese tablero de ajedrez que nos maneja a su antojo,moviendo las fichas de nuestra vida.... Preciosa,gracias por compartirla.
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