Agua,
todos somos agua,
cuando
el cielo gime
anegando
las carnes
con
llanto de nubes
y
nos hace agua.
De
agua, todos somos agua,
gotas
desteñidas de color
de
sombras mojadas que tu llorabas,
brotando
de un estrangulado pozo
empapándote
la voz
con
granos de agua.
Cae
del alféizar,
cae
en la garganta raspada,
cae
en el beso que existe
o
en aquel que te sueña
o
en el que se extraña,
cae
como gimiente promesa
en
el mantel de un charco
tintado
de estrellas atadas
entre
nenúfares y dalias,
cae
en perlas de luz
desangradas
sobre la piel
como
palabras que arañan,
cae
entre dos miradas
que
no se acarician
que
no se abrazan.
Porqué
estamos hechos de agua,
de
agua pura y clara,
de
la que tu lloras,
la
que te moja,
la
que te embriaga,
y
eres agua.
Todos
somos agua,
somos
chorro,
somos
fuente,
somos
manantial,
todos
somos lluvia de alma. Fotografía de Esther Rivera