(defino)
Es un tesoro imposible de olvidar guardar, con las defensas de la incredulidad por exceso de fantasía, es aquel amanecido instante de un encuentro imaginario, que completa una vida, sin vida.
Que nadie creería…
Son legajos de estrofas de sueños, almacenadas al descubierto, acariciadas por los deseos de vivirlas y desordenadas por la ansiedad del tiempo sin cumplirlas.
Que cualquiera viviría…
O la madreselva de los pensamientos perdidos, esculpida en los vapores de la libertad, siempre herida de comparaciones por la venenosa envidia.
Que nadie rozaría…
Ese elemento sutil de la vida, que nos hace dudar de ella y encontrar el intenso poder de descubrirla, sentirla y mantenerla.
Que cualquiera soñaría…
Son los trozos deshilachados de caricias regaladas, de susurros temblados, de aromas compartidos, de sentidos perdidos, de tiempos indefinidos e inexistentes.
Que nadie cosería…
Aquellos sentidos huérfanos de poderes, secuestrados de soledad, amantes de si mismos, que gritan sin aliento a alguien que los pueda adoptar.
Que cualquiera abrazaría…
Misterios aún no escritos, fragilidades del alma que nadie te ve, locuras sin cura, escondites contra el dolor, delirios con sentidos, pensamientos libertinos y gemidos de ilusión.
Que nadie sentiría…
Orquídeas de diamantes, que han sido pulidas para esconder, cuyo brillo enciende oscuridades, lenguas de fuego, que fugitivas, nos quieren poseer.
Que cualquiera esperaría…
Rumores que se definen por los impares, arroyados por un río imparable e incandescente, que da nombre a las corrientes, fluyendo cerca de un corazón que late atesorando complicidad.
Que nadie, cualquiera, lamentaría…
Y te estoy contando un secreto…
Es un tesoro imposible de olvidar guardar, con las defensas de la incredulidad por exceso de fantasía, es aquel amanecido instante de un encuentro imaginario, que completa una vida, sin vida.
Que nadie creería…
Son legajos de estrofas de sueños, almacenadas al descubierto, acariciadas por los deseos de vivirlas y desordenadas por la ansiedad del tiempo sin cumplirlas.
Que cualquiera viviría…
O la madreselva de los pensamientos perdidos, esculpida en los vapores de la libertad, siempre herida de comparaciones por la venenosa envidia.
Que nadie rozaría…
Ese elemento sutil de la vida, que nos hace dudar de ella y encontrar el intenso poder de descubrirla, sentirla y mantenerla.
Que cualquiera soñaría…
Son los trozos deshilachados de caricias regaladas, de susurros temblados, de aromas compartidos, de sentidos perdidos, de tiempos indefinidos e inexistentes.
Que nadie cosería…
Aquellos sentidos huérfanos de poderes, secuestrados de soledad, amantes de si mismos, que gritan sin aliento a alguien que los pueda adoptar.
Que cualquiera abrazaría…
Misterios aún no escritos, fragilidades del alma que nadie te ve, locuras sin cura, escondites contra el dolor, delirios con sentidos, pensamientos libertinos y gemidos de ilusión.
Que nadie sentiría…
Orquídeas de diamantes, que han sido pulidas para esconder, cuyo brillo enciende oscuridades, lenguas de fuego, que fugitivas, nos quieren poseer.
Que cualquiera esperaría…
Rumores que se definen por los impares, arroyados por un río imparable e incandescente, que da nombre a las corrientes, fluyendo cerca de un corazón que late atesorando complicidad.
Que nadie, cualquiera, lamentaría…
Y te estoy contando un secreto…
3 comentarios:
Jueves de Pasión
Viernes de Dolor,
por la desazon sentida de esa lagrima salada que resbala por la herida, pero ese requemo se olvida.
Sabado de Resurección, a las 12,00 ha vuelto a la vida.
Cuando naciste , nacio un poeta y cosa bonita y ingeniosa ."ole y ole la madre que te pario". No dejes de soñar y escribir asi trapalas ,Te admiro. Besos
Eres feliz cuando sueñas,escribiendo das amor,pero tienes una llaga dentro de tu corazón,que espulsas con tus escritos para sacar el dolor. SE FELIZ AMIGO te aprecio mucho BESOS
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