morir para resucitar del lodo
amaneciendo en cataratas de cielo,
aguantar su poder y vivir ante todo,
llega a convertirse en un anhelo.
Como cada mañana,
respirar los colores de la vida,
sujetos por cegueras de sueño,
comenzar la etapa prendida,
no es ningún consuelo.
Como cada tarde,
acariciar los vientres del viento,
anclados a la siesta
acabar las luces con el lucero,
besar la brisa en un desvelo.
Como cada noche,
vestirme para resucitar
y morir con el pensamiento,
como cada vida,
a cada instante, resurgiendo.
Fotografía de Esther Ribera.
2 comentarios:
como cada dia te leo...y bien.
un beso, lito.
Ya veo que te incorporas a lo que mas te gusta hacer. Me alegro mucho,y como siempre llegas mas fuerte que nunca y mejorando dia a dia.Enhorabuena eres mas que mejor. Sigue con nosotros por favor.
Besitos
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