domingo, 23 de marzo de 2008

ALLá DONDE TODO TERMINA


Solo se sabe, por el dolor, que el alma existe,
allá en su reino, el color palidecía,
una falsa columna de mañana fría,
aquel sol de arena blanca que perdiste.

Como el viento loco y ciego que embiste,
marca los pasos de tiempo en su agonía,
camino de verdes primaveras de alegría
y con temblones pasos de despiste.

Dibujando cielos, donde el sol insiste,
secos terrones de sed que bebiste.

Allá donde se hace pequeña la locura
si de fragilidad muere lentamente,
¿que sería de ella sin sentimientos?
sin un amor ciego,
sin una duda…

Allá donde se desespera la tristeza
si de lágrimas se seca,
¿que sería de ella sin pensamientos?
sin nubes de cielo,
sin un alma, esperándola dormida.

Una falsa columna de mañana fría,
aquel sol de arena blanca que perdiste,
allá en su reino, el color palidecía,
solo supe por mi dolor, que el alma existe.

Fotografía de Pedro Garcea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu eres aquel amante apasionado,que aún busca fantasia en sus romances,te gusta contemplar la madrugada,soñar entre los brazos de tu amada GENIAL

Anónimo dijo...

"A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde". (Séneca)