desde las arrugas del olivo
hasta la locura de la ventisca,
cuando suena la alerta de la puerta
y pone al oído sobre aviso,
o cuando la vida se hace delicia
hasta que cantan los vientos sin prisa,
todo empieza y termina
llegando siempre sin llegar tarde.
Todo tiempo tiene su acaso,
acaso no parece que el amor se eterniza
o que las cenizas de las sienes sean sienes,
acaso no se marcan las heridas
o se juega sin descanso a la vida o la muerte,
brotando cuando enciende el alma
y de la cual nadie está a salvo,
todo llega y se marcha
llegando siempre sin haber llegado.
Y me queda el tiempo justo
un apenas que está llegando
un pensar sin estar pensando
un quizás que está pasando,
para saber donde fue tu sonrisa
aquella a la que estoy esperando…
Fotografía de Esther Rivera
1 comentario:
La vida se hace justa
y el tiempo delicia,
soñando un apenas
y esperando tu sonrisa...
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