De casual avulense
de abuelos soy
serrano en venas,
me llama el bosque
a oler su dulce maleza
su paz agitada de viento
una lluvia y una tormenta.
Caminante de terrazos
amante de sierras
y de nieve incrustada de piedras,
con apriscos de ganados
cercados por los ecos
que van cayendo en prados
y muros abrazados de hiedra.
Labrador de hierbas
arador de su estepa
y del silencio que peina sus eras,
náufrago de los instantes
que de impulsivos sonidos se llena
transcurriendo nerviosos
por caminos de torrenteras.
Soy invierno duro
y de agostado verano
donde se leen las Calendas,
soy de primavera y otoño vivos
soy el hijo de mi tierra
con su orilla que espera ser destino
te imagino de mil maneras.
de abuelos soy
serrano en venas,
me llama el bosque
a oler su dulce maleza
su paz agitada de viento
una lluvia y una tormenta.
Caminante de terrazos
amante de sierras
y de nieve incrustada de piedras,
con apriscos de ganados
cercados por los ecos
que van cayendo en prados
y muros abrazados de hiedra.
Labrador de hierbas
arador de su estepa
y del silencio que peina sus eras,
náufrago de los instantes
que de impulsivos sonidos se llena
transcurriendo nerviosos
por caminos de torrenteras.
Soy invierno duro
y de agostado verano
donde se leen las Calendas,
soy de primavera y otoño vivos
soy el hijo de mi tierra
con su orilla que espera ser destino
te imagino de mil maneras.
Fotografía de Pedro Garcea
1 comentario:
Hermosa esa tierra que cuando la visitas te abre mil ventanas. Te regala paseos por la orilla de sus ríos, sus prados verdes, sus montañas. El aroma de sus flores te impregna de colores, de luz y acaricia el Alma…
Esta madrileña conoce esa tierra, por suerte he podido disfrutarla.
Como siempre preciosa, preciosa…
Un Besote inmenso
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