Canto de fuego,
copla de agua,
entre muchedumbre de voces
en el que solo percibo tu voz,
marejada de desnudez vibrante
que despierta de lo que no es dormir,
parte de vida que dura un instante
en un amanecer concebido para vivir.
Coro de fuego,
música de agua,
dispersada en aromas de ecos
que solo repite tu eco,
en palabras repletas de historias
con la sencillez de poder nombrarte,
parada en el libro de las memorias
o en unos versos que se dejan morir.
Ruego de fuego,
deseo de agua,
eslabones con letras de miradas
y que solo a la tuya puedo mirar,
esclavo en la escucha de su crepitar
cuando el silencio se equivoca,
estrofas alzadas en un altar
buscando la puerta por donde salir.
Pero si tú me nombras,
si tú me nombraras,
sería oír mi nombre de tí.
copla de agua,
entre muchedumbre de voces
en el que solo percibo tu voz,
marejada de desnudez vibrante
que despierta de lo que no es dormir,
parte de vida que dura un instante
en un amanecer concebido para vivir.
Coro de fuego,
música de agua,
dispersada en aromas de ecos
que solo repite tu eco,
en palabras repletas de historias
con la sencillez de poder nombrarte,
parada en el libro de las memorias
o en unos versos que se dejan morir.
Ruego de fuego,
deseo de agua,
eslabones con letras de miradas
y que solo a la tuya puedo mirar,
esclavo en la escucha de su crepitar
cuando el silencio se equivoca,
estrofas alzadas en un altar
buscando la puerta por donde salir.
Pero si tú me nombras,
si tú me nombraras,
sería oír mi nombre de tí.
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