Para llamarte tuve que elegir palabras
de entre los muelles de los sueños,
escarbando en el cuerpo de los cielos
o anidando en el nicho de las almas,
para mirarte, aprendí el secreto del vuelo
a sortear las frías nubes de la escarcha,
dibujando con los poderes de la mancha
borrones de ojos con letras prendidas al suelo,
para verte, bastó solo el momento
que se entrecruzaron nuestras miradas,
dejando en obeliscos de líneas apiladas
Lunas y Soles en las cuentas de este cuento,
para oírte, hasta alejado de tus labios
palpo cada deseo que tu describes,
deletreando cada rincón que mires
murmurando en las cunetas de los besos,
para pedirte, he venido y he llamado
con la bruñida aldaba de los deseos,
anclando en las orillas de mis dedos
la escudilla que recoge mi reclamo,
para sentirte, se fugó un pensamiento
adueñándose de todo mi universo,
buscando en el secreto del verso
el arte de hacer hablar a las palabras.
de entre los muelles de los sueños,
escarbando en el cuerpo de los cielos
o anidando en el nicho de las almas,
para mirarte, aprendí el secreto del vuelo
a sortear las frías nubes de la escarcha,
dibujando con los poderes de la mancha
borrones de ojos con letras prendidas al suelo,
para verte, bastó solo el momento
que se entrecruzaron nuestras miradas,
dejando en obeliscos de líneas apiladas
Lunas y Soles en las cuentas de este cuento,
para oírte, hasta alejado de tus labios
palpo cada deseo que tu describes,
deletreando cada rincón que mires
murmurando en las cunetas de los besos,
para pedirte, he venido y he llamado
con la bruñida aldaba de los deseos,
anclando en las orillas de mis dedos
la escudilla que recoge mi reclamo,
para sentirte, se fugó un pensamiento
adueñándose de todo mi universo,
buscando en el secreto del verso
el arte de hacer hablar a las palabras.
Fotografía de Isabel
2 comentarios:
Aun sin sentimientos que oculten las ganas que tengo de hacerte reir dejo un poso de sentimientos encontrados una vez que te he leido. Besos
El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
Johann Wolfgang Goethe
Un beso desde mis Amanteceres.
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