Un día me veré reflejado
en el latido de un tintero,
con la punta del pincel manchado
para entender porque te quiero,
versando lo que me dicen los ojos,
abriendo de par en par tus cerrojos
que baten en eco bajo la piel,
escribiendo con el color de la miel
lo que me cuenten sus reflejos.
El día que me llegue a ver
me miraré de otra manera,
recitaré el ser o no ser
para ser por fin aquel que no era,
sin atrincherarme en los enojos,
volaré entre los deseos más locos
batiendo de tintas la calma,
hasta encontrarme con mi alma
para reconocerme en los espejos.
En tal hora que sienta
que el corazón sale de su guarida,
cantaré a la mitad de mi vida
antes de que se cierren sus puertas,
llenando los folios de bellas letras,
cuando tenga el mapa de tus sueños
sabré las huellas donde pisas,
haciéndome el dormido a sombra viva
para encontrar el camino de tu vera.
Fotografía de Gemma
3 comentarios:
Con tus palabras elevas lo cotidiano a extraordinario! Siéntete muy orgulloso de ti y de lo que escribes.Te leo y vuelo.Gracias una vez más por compartirlo.
Poeta que enorme placer es pasar a leerlo aunque pase el tiempo siempre volver y dedicar tiempo a disfrutar de su hogar de letras!
cálido abrazo.
Collar de esmeraldas en los infinitos mapas y brújulas de los grandes sueños.
Gracias.
Un Abrazo.
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