Gimiendo en la mirada
mis versos respiran
del mismo aire que tú,
cosidos al deseo sin tino
de palabras que palpitan
dando forma al destino,
tensos en su desnudez
reverberan su luz salada
entre barrotes de palidez,
caen en gotas de dolor
mojando el corazón
cuando habla del olvido,
a pesar del vacío, sigo,
leyendo en el silencio
aromas que tiene tu alma.
Fotografía de Pedro Garcea
1 comentario:
Ojalá tuviera un olor y no fuera que sentirla fuera por dolor...preciosa,gracias.
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