Acaricias mi sueño
en un paisaje sin horas,
con días apagados
alejado de tus manos
con la piel latiendo en las sombras.
Silencio que hiere
con armas pegajosas,
como el color de tu pelo
que se cubre de cielo
y vuela de olas impetuosas.
Doliente memoria
de noches sin párpados,
entre versos inciertos
rojo de ojos abiertos
que persiguen los pasos lejanos.
Deseo de unos labios
que evita que te escondas,
tras una estrella florecida
o de una Luna amanecida
que palpita cuando te nombran.
Fotografía de Pedro Garcea
1 comentario:
Si tienes lo que escribes,eres muy afortunado,es muy bonito leer lo que escribes,sigue con ello,porque como dice una canción,cuando un hombre ama a una mujer lo sabe desde el momento en que la ve.Aunque duela.Gracias.
Publicar un comentario