jueves, 20 de agosto de 2020

EL DOLOR TAMBIéN AMA

 

















Una sombra apenada
perdió su corpórea vehemencia
al chocarle el sol en la cara,
abriendo su alma secreta
a los ojos escondidos
de su materia o de su nada,
su dolor se alzaba
con el llanto de la distancia,
buscando el amor del aire
que sus sueños no alcanzan
para rodearse del suspiro
de la dormida espera,
para acariciarse,
para abrazarse
y encontrarse en el destino,
sabiendo que su estela
estará sentada siempre
en las vagas lindes de tu alma.
 


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