Tus
ojos me cuentan
que las sendas se cierran,
brotando relámpagos lejanos
para acabar con este viaje,
donde el amor ha tejido
estelas de un solo presente
con una maleta de sueños desecha
sobre un haz de sombra que se divierte.
El tiempo
se disuelve
con la llegada de la cosecha,
recogiendo sabrosas sonrisas
por caminos deslumbrantes,
que en la lejanía de los instantes
transita la dicha que me habita
cuando tus latidos me acarician
creando en la niebla calles estrechas.
Los
versos sin argumentos
se tornan sangre que dan vida,
colgados en telas de araña
hechos con las manos de la ceniza,
que repican en los espejos de tiza
callando cuando se hablan
dejando atrás las amarguras
al colgarse de tus cálidas palmas.
Quizás
no te encuentre
en aquellos peldaños colgados,
que se escalonan de esperanzas
por sueños de la mañana tintados,
para que el amor encuentre el camino
atravesando con besos las mejillas
he de esperar que germinen las semillas
con el don de los perfilados abrazos.
que las sendas se cierran,
brotando relámpagos lejanos
para acabar con este viaje,
donde el amor ha tejido
estelas de un solo presente
con una maleta de sueños desecha
sobre un haz de sombra que se divierte.
con la llegada de la cosecha,
recogiendo sabrosas sonrisas
por caminos deslumbrantes,
que en la lejanía de los instantes
transita la dicha que me habita
cuando tus latidos me acarician
creando en la niebla calles estrechas.
se tornan sangre que dan vida,
colgados en telas de araña
hechos con las manos de la ceniza,
que repican en los espejos de tiza
callando cuando se hablan
dejando atrás las amarguras
al colgarse de tus cálidas palmas.
en aquellos peldaños colgados,
que se escalonan de esperanzas
por sueños de la mañana tintados,
para que el amor encuentre el camino
atravesando con besos las mejillas
he de esperar que germinen las semillas
con el don de los perfilados abrazos.